Nuestra Historia
Hace muchos años ya, en el tiempo en que nuestros padres eran jóvenes y se preparaban para casarse, que gestaron el sueño de formar una familia, tener una casa y quizás también una casa quinta para veranear y ser felices…
Todo fue cumpliéndose: su boda, los hijos. La casa en la ciudad fue quedando chica, y la idea de la casa quinta comenzó a tomar forma. Con gran esfuerzo, juntaron algunos”pesos ley”, los de aquella época, y pasó lo impensado: nuestro padre Roberto, le propuso a nuestra madre no comprar esa casa quinta tan ansiada, en la zona de sus padres en Carlos Paz, sino un campito, para tener además algunas vaquitas y caballos, árboles frutales, y el cielo como límite! …Y si!, nuestra madre casi se infarta, un lugar perdido, en el medio de la nada!
Pero el amor lo puede todo y con el amor de nuestros padres al final se dio: Compraron este predio en el centro de las sierras, un lugar en el monte, y a pulmón comenzaron a construir la casa, emplazada en la parte más alta…
Al mismo tiempo que fuimos creciendo, se plantaron los árboles frutales y de otras especies, se hizo un criadero de cerdos, un gallinero y se construyeron alambrados, se reconstruyeron las antiguas y ancestrales pircas que hoy mantenemos con orgullo, y llegaron los animales: las vacas y los caballos, entre ellos, el Petizo, con el cual todos aprendimos a montar. La piscina se hizo más tarde y con agua cristalina de pozo; con el objetivo de acopiar agua y disfrutarla en los veranos y guardarla para los animales como reserva…
De todas estas ideas que ellos iban poniendo en práctica, nosotros participabamos activamente, como un equipo (un poco obligados; eran otros tiempos…), trabajando a la par, regando los árboles, la huerta, recolectando los duraznos, damascos, ciruelas, manzanas; haciendo mermeladas, juntando nueces, arreando los terneros para ordeñar las vacas a la madrugada siguiente y haciendo dulce de leche, yogurt casero, arroz con leche, crema, flan,…
Nuestro padre tenía la cabeza llena de ideas; constantemente pensaba que más se podía implementar, se dice siempre que el recurso económico es escaso y las ideas desbordan, pues, y a pesar de todos los contratiempos, se seguía adelante, con fuerza y determinación, con el apoyo y el amor incondicional de nuestra madre.
Después del trabajo duro del día, preparaba la picadita: era el momento del merecido descanso. Acompañaban una divertida timba, truco, escoba, canasta y otros.. un libro o un tejido, y buena charla y el infaltable reto para nuestras macanas.
Durante el día, también estaba el tiempo arriba del caballo. Cuando no teníamos una actividad asignada, porque todavía éramos muy chicos, la diversión consistía en pararse en el anca del animal para alcanzar la fruta más alta, o hacer que el animal obedeciera sin usar freno ni bozal, siempre a pelo. En esa época, sólo entrábamos a la casa cuando nos daba hambre y nos llamaban a comer; disfrutábamos de la naturaleza en todo su esplendor y de la vida de campo…
Ahora, el fundador de todo ésto nos acompaña desde el cielo, sus ideas están presentes en cada paso que damos; y seguimos adelante con sus sueños, apoyados por su siempre compañera y el amor de su vida: nuestra mamá; ella ha sido y es el motor que nos ha alentado a construir los departamentos, a restaurar la casa grande para que funcione como hostería, a reacondicionar el predio, los corrales y los cercos; incorporamos ovejas y aves de corral, reabasteciendo de vacas, algunas lecheras, y también caballos.
Felices de lo que estamos haciendo y sabiendo que queremos hacer mucho más; hoy, miramos adelante y seguimos con la certeza de que con cada movimiento vamos concretando sueños, sueños que disfrutamos de verlos transformándose en realidad y que queremos compartirlos con Ustedes, Nuestros Huéspedes y Amigos…
Nosotros queremos acercarles esta vida, para que puedan vislumbrar ese espíritu acogedor que tuvieron Nuestros Padres, con el visitante, al que solían recibir con una sonrisa, un fuerte apretón de manos y la bienvenida, abriendo las puertas de su casa y compartiendo su mesa.
Les damos la bienvenida a Finca Carranza Sosa y deseamos que tengan una hermosa y cálida estadía y que disfruten de este lugar tan preciado para toda nuestra familia.
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